¿Sudor en los pies?

¿Sudor en los pies?

Con la llegada de las altas temperaturas el sudor de los pies se dispara. Todas las
personas, en mayor o menor medida, sufren sudor en los pies, pero hoy os desgranamos todos los
entresijos de este molesto, pero también muy necesario, mecanismo de regulación de
nuestro cuerpo.

¿Qué es el sudor y por qué se produce?

La temperatura corporal humana se encuentra alrededor de los 35-37º
centígrados de manera normal. Este rango puede variar dependiendo de la persona, la
edad, el estrés, la alimentación o incluso el momento del día en el que nos encontremos,
siendo inferior cuando dormimos. Si esta temperatura se ve elevada; bien sea por un
ejercicio físico intenso, una temperatura ambiente y humedad alta o incluso cuando
aparece fiebre, se ponen en marcha una serie de mecanismos en nuestro cuerpo que
tienen el objetivo de mantener la temperatura corporal dentro de los límites de la
normalidad.

Así bien, el mecanismo de la sudoración, o mejor dicho, de la transpiración,
comienza cuando los termoreceptores detectan y envían una orden al cerebro para
regular la temperatura corporal. De esta manera se ponen en marcha una serie de
mecanismos, entre los que se encuentra la producción de sudor a través de las glándulas
sudoríparas. Este sudor aflora entonces en nuestra piel, rebajando la temperatura
corporal al evaporarse éste.

El sudor está compuesto casi en su totalidad por agua, pero en él también
podemos encontrar una serie de sustancias, algunas de las cuales son productos de
desecho de nuestro organismo, como la urea y el amoníaco. Además podemos encontrar
también sodio, potasio o cloro, entre otros. Es por esto por lo que es tan importante
hidratarse adecuadamente cuando sudamos.

¿Qué consecuencias puede producir el exceso de sudor?

El sudor en sí mismo no huele, ya que, como hemos comentado antes, está
compuesto prácticamente en su totalidad por agua. Así bien, son los microorganismos
presentes de manera natural en nuestra piel los que producen un olor desagradable al
descomponer éste.

Pero esta no es la única consecuencia del exceso de sudoración. Puede ocurrir
que cuando existe una producción excesiva, éste se acumule en zonas con muchos
pliegues y poca ventilación, como son los pies. Así bien, esta acumulación, además de
producir mal olor y una sensación continua de pies mojados, también puede facilitar el
crecimiento de ciertos microorganismos a los que les encanta vivir en lugares húmedos,
como son los hongos (de los cuales ya os hablamos anteriormente en otra entrada del
blog), bacterias y el virus del papiloma humano produciendo los tan conocidos
papilomas.

Además, también existen una serie de enfermedades asociadas a un nivel
inadecuado de producción de sudor. Así podemos hablar de hiperhidrosis cuando hay
un nivel excesivo de producción del sudor, y anhidrosis cuando prácticamente no se
produce sudoración. Cuando el olor que se produce es muy intenso se puede hablar
entonces de bromhidrosis. Siendo todas ellas enfermedades que pueden llegar a alterar
la vida de las personas que las padecen.

¿Cómo evitar que el sudor llegue a ser un problema?

Como bien comentábamos anteriormente, el sudor es un mecanismo muy
necesario para regular nuestra temperatura, por lo tanto, su eliminación por completo
puede producir efectos perjudiciales. Es por ello que deberemos encontrar el
equilibrio para que la sudoración se produzca, pero sin acarrear sus indeseables efectos.

De esta manera, debemos empezar por una buena higiene. Lo más adecuado
será utilizar un jabón de ducha con un pH parecido al de nuestra piel y realizar un
buen secado, haciendo hincapié en las zonas donde hay pliegues, como puede ser la
zona de entre los dedos. Si resuelta complicado llegar hasta ellos, se puede utilizar el
secador en modo frío.

También es importante vigilar los materiales de los que están hechos
calcetines y zapatos. Deberemos escoger siempre materiales y tejidos naturales,
pues éstos favorecen la transpiración y la evacuación del sudor. De esta manera, los
calcetines serán mejor que las medias y siempre con el mayor porcentaje de algodón,
hilo y/o lana. En cuanto al calzado, deberemos leer las etiquetas de la composición y
tener en cuenta que los materiales del corte, forro y plantilla deben ser de piel y/o
tejidos naturales como algodón, hilo o lana.

Por último, podemos utilizar alguna sustancia desodorante o
antitranspirante. Debemos tener especial cuidado, ya que éstos últimos (los
antitranspirantes) bloquean la producción de sudor, por tanto será necesario consultar a
un especialista, en este caso al podólogo si se trata de sudoración en los pies, y seguir
con detenimiento sus pautas.

Si el sudor continúa causando problemas tras seguir estos consejos, en
Amores y Rodríguez Podólogos, estaremos encantados de ayudarte a
solucionarlos.

1 Comentario
  • María José
    Publicado a las 16:15h, 22 mayo Responder

    HOla,

    Tengo 44 años y sufro hiperhidrosis palmar y plantar. La palmar la trato con botox, pero la plantar no sé qué hacer.

    He probado todo. En mi caso, incluso las plantillas de piel creo que peor, pues me resbala el pie. Me forma ampollas.

    Encima, tengo genu valgo, y llevo plantillas ortopédicas.

    No sé si probar con la iontoforeses, no parece que vaya bien. En un programa de la TV vi en Reino Unido que lo trataban con láser, destruyendo las glándulas sudoríparas.

    EStoy desesperada. NO sé qué ponerme en los pies.

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